El pasado miércoles 24 de julio, en un partido de fútbol de la categoría sub-10 entre el Centro Social Canario Venezolano y el equipo DGVL La Miel, disputado en el Club Luso, se convirtió en el centro de una controversia por decisiones arbitrales que generaron descontento entre padres y jugadores.
Según declaraciones de los representantes del equipo Canario Venezolano, el árbitro del encuentro anuló un gol legítimo tras la presión del técnico del equipo DGVL La Miel, alegando una supuesta falta. «El árbitro señaló el gol, pero luego lo anuló sin asistencia, perjudicando a los niños y sus ilusiones. Con ese gol habríamos ganado el juego,» manifestaron los padres. La anulación llevó a una tanda de penales, donde se denunció otro acto cuestionable: el cambio del portero del equipo DGVL La Miel fue permitido, mientras que al equipo Canario Venezolano se le negó la misma oportunidad.


Los representantes del equipo afectado solicitaron la repetición del partido, respaldados por más de 40 testigos presentes, pero el pedido fue rechazado. «Es lamentable que el fútbol menor se haya convertido en un negocio, truncando las ilusiones de los niños,» comentaron, criticando también la falta de una asociación de fútbol menor en el estado Portuguesa, lo que deja a los equipos sin un órgano regulador adecuado.
El presidente de la Liga de Araure fue acusado de inacción, justificando la situación con un supuesto vacío legal. Esta situación ha generado un llamado a la comunidad de Acarigua y Araure para tomar conciencia sobre la gestión del fútbol menor en la región.