El nombre de Olivia Jackson se volvió conocido por el mundo de las escenas de riesgo y los dobles de cine. Esta especialista se encargaba de ser la doble de Milla Jovovich en la saga Resident Evil, hasta que en el rodaje de Resident Evil: The Final Chapter sufrió un brutal accidente de moto. Estuvo en coma durante 17 días y tuvieron que amputarle su brazo izquierdo. Un tribunal en Sudáfrica ha fallado recientemente a favor de Jackson, dictaminando que la escena fue planeada de manera negligente por parte de la compañía local que se ocupaba de ello, Bickers Actions SA.
Tal y como informa The Hollywood Reporter, un tribunal de Sudáfrica se ha pronunciado a favor de Olivia Jackson, esgrimiendo que Bickers Actions SA planeó y ejecutó de manera negligente la escena de alto riesgo que rodaba Jackson. El juez, además, también desestimó la defensa de los acusados, Gustav Marais y Roland Melville, que señalaba que la moto fue la culpable del accidente. Junto a Bickers Action SA, el coordinador de especialistas fue Grant Hulley de Pyranha Stunts. Ambas compañías habían participado en la película de Davis Films / Impact Pictures.

Además de perder la extremidad, el accidente de moto provocó también inflamación del cerebro, perforación de los pulmones, docenas de huesos rotos, el daño de una arteria vital del cuello y la deformación de su espina dorsal. “Perdí mi cara. Perdí mi cuerpo. Perdí mi anterior vida. Realmente duele tener que vivir con las secuelas del error de otras personas”, escribió Jackson en una publicación en sus redes sociales. “Ojalá me hubiera dado cuenta que la protección era totalmente inadecuada para mí antes de aceptar el papel”.
Jackson anteriormente había trabajado como doble de riesgo para Elizabeth Olsen en Avengers y Charlize Theron en Mad Max.